jueves, 6 de octubre de 2011

Nicho gacho


¿Pos qué intención tenía el artista al crear este nicho? Es lúgubre como oficina del IFE, juzgado civil o ministerio público.
Imaginen por favor la escena: Después de entrar al Ex Teresa Arte Actual, que es como una cripta medieval, uno se topa con los cuidadores, parecidos a “Zombie 24” y “Zombie 15” de Thriller; al entrar desaparece todo rayo de luz del sol y sólo es posible captar lo que alcanzan a iluminar siete diminutos reflectores, semejante a prender siete encendedores Bic.
En una pared lateral y de piso a techo se vislumbra este nicho, los pequeños garabatos invitan a cualquier chismoso como yo a acercarse. Dios. Apenas se puede leer el mensaje, que es “poesía tanática” semejante a rola de Marylin Manson, versos de “Las Flores del Mal” de Baudelaire o de Silent Hill.
Justo pasandito está una capilla abandonada con vitrales religiosos désos que ponen los huesos fríos; nada alrededor, ni siquiera un alma en pena con quién compartir la desolación… Sentí la necesidad de que me abrazara Jaime Maussan, Carlos Trejo o Facundo, que después del susto con la niña del panteón debe estar más calado que melón de tianguis.
Pensamos que ese escenario macabro terminaría al salir del lugar, pero tuvimos que caminar por la calle de Moneda al ladito de Palacio Nacional. Ahí, ahí sentimos verdadero terror, “Dioses, dejen a los demonios deambular, pero protéjannos de los funcionarios públicos y diputados”.

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