No sé si a todos los que vean esta foto les pase lo mismo, pero yo vi las raíces expuestas de este inocente árbol y comprobé que son eróticos, los arbolitos…
Hace falta un poco de suciedad mental, lo acepto, para irse por este camino mental: Vaya, es que se me ocurrió que son raíces que están desnudas; la mayor parte de los árboles son pudorosos y no andan mostrando sus cositas así, tan al aire. Esconden todo lo escondible para que a los simples mortales nos cueste tanto trabajo notarlas que tengamos que escribir poemas o capturar con el celular la escena citadina.
Pero lo más importante no es el lado cochino del asunto, sino que, en su conjunto y mirado en blanco y negro, esas protuberancias naturales parecen estar abrazándose entre sí con cariño; se entremezclan con la tierra, se cachondean, tallan dulcemente sus extremidades mientras el aire sopla apenas. Juro que este texto no lo saqué de una revista porno barata.
Valió la pena esperarte 15 minutos en el coche mientras tu tomabas la foto...
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